Ernesto Garratt Viñes.
viernes, 29 de agosto de 2008
PORTADA WIKEN AGOSTO 2008
Ernesto Garratt Viñes.
miércoles, 27 de agosto de 2008
Andrés Wood. La Tercera.
Andrés Wood: "Me interesan las películas que son socialmente relevantes"
El siete de agosto se estrena La buena vida, su esperada cinta después de Machuca, con la que su director narra las vidas cotidianas de un grupo de personas. Jorge Letelier
Andrés Wood está cauteloso por el delicado momento que vive el cine chileno, pero se muestra confiado en que su nueva película, La buena vida, le gustará al público. No por nada, su vara está bastante alta desde que hace cuatro años Machuca se instalara en forma potente en el imaginario popular de los chilenos.
"Tengo la percepción de que la gente tiene una recepción cercana a mis películas, y eso me importa", explica. "Creo que esta película va en la misma línea (que Machuca) y ahonda en ciertos temas, pero siento que es una película súper de hoy", añade.
Con una serie lanzada para celulares que apoya el estreno del filme (La otra vida, comedia que funde ficción y realidad), Wood se apresta hoy a estrenar el video clip y el trailer de La buena vida, en un lanzamiento en el Bar Restaurante Liguria, calentando motores para su estreno del próximo 7 de agosto.
Por ello las expectativas no son pocas para un cineasta que logró con Machuca algo así como el sueño dorado de la profesión: que se hable de su filme hasta en las sobremesas del domingo. Y si bien la dirección que ahora emprende Wood es opuesta al relato de la amistad de dos niños en los convulsionados años del Golpe Militar, las comparaciones pueden ser inevitables.
"Es tan difícil comparar las películas. Haría muchas cosas distintas desde Machuca para atrás, porque soy otra persona. Esta película refleja a mi persona desde hace un año al menos. Porque he ido creciendo -espero-, y la película es consecuente con eso. Pero (a mis filmes) los veo en una línea, en un tipo de personajes que me interesa, de historias que me interesan, y que son películas socialmente relevantes", cuenta.
La buena vida narra las vidas de diversas personas en la vorágine del Santiago actual. Una sicóloga (Aline Kuppenheim), un peluquero que quiere comprarse un auto (Roberto Farías), un músico que quiere entrar a la Orquesta Filarmónica (Eduardo Paxeco) y una mujer que sólo sobrevive.
"A mí con Machuca me decían, oye, ¿cuándo vas a hacer una película taquillera?. Esos son factores ajenos que uno no maneja, en ese sentido soy cauteloso sobre cómo funcionan las películas. Pero espero que la calidad de recepción sea importante, sino, me decepcionaría. Aunque creo que nunca me ha pasado", dice.
-Hoy se filma mayoritariamente en video digital, pero la película la hiciste en cine. ¿Cuál es la razón?
-La filmé en Súper 16mm, pero por un tema de calidad de lo que estaba pasando ahí. Nosotros queríamos equipos livianos y curiosamente hoy el digital de calidad similar al cine es complejo y grande. Nosotros nos metimos al centro, la acción ocurre en el centro, con mucha calle, y no quería andar pesado de equipos, porque a ese nivel el digital es más grande que el cine. Es una razón práctica y estética también, por la calidad de imagen que quería conseguir.
LAS DIFICILES FECHAS DE ESTRENOPero hay un tema que preocupa al director, y es la cada vez menos amable cartelera con las películas chilenas. La buena vida se estrena el 7 de agosto, y entre el 31 de julio y el 28 de agosto se lanzarán cinco películas nacionales, una cantidad alta para el siempre esquivo público local (entre ellas 199 recetas para ser feliz y Tony Manero).
"La distribución y exhibición tiene tantos factores", explica, "Por un lado razones industriales que son súper complejas, ya que nos está costando encontrar salas. El cine chileno está teniendo los espacios que nos dan. Y esos son dos: octubre-noviembre y abril-mayo. No se puede entrar a competir en julio, y aunque creas que puedes competirle a otras películas, hay un monopolio. Esto está más complejo que nunca", advierte el realizador.
Ver galeria de imagenes de la buena vida
http://www.latercera.cl/contenido/galeria/3080.html
martes, 26 de agosto de 2008
Paxeco. Las Ultimas Noticias 24/08/08
Las Ultimas Noticias. 24 de agosto 2008.
Eduardo Paxeco encarna a un policía en “La buena vida”
"Antes los uniformes de carabineros me asustaban”
Miguel Ángel Fredes
A Eduardo Paxeco los uniformes lo persiguen. Primero fue en “El clavel negro”, filme sueco donde encarna a un sargento en pleno golpe del 73, luego “Paz”, la serie de TVN donde interpretó a un soldado chileno en plena Guerra del Pacífico”. Siguió con “Ilusiones ópticas”, cinta chilena donde viste el traje de un guardia de seguridad, y ahora, por si fuera poco, aparece en “La buena vida” vestido de carabinero. “Sí, parece que me están acosando”, cuenta.
En la película de Andrés Wood (“Machuca”), Paxeco encarna a Mario, un joven y talentoso músico que llega a audicionar a la Filarmónica. Sin embargo, se topa con un muro infranqueable por lo que termina ingresando al Orfeón de Carabineros de Chile para tocar el clarinete.
El papel obligó a Paxeco a cortarse el pelo, tomar clases de clarinete con el profesor del Orfeón, clases de tiro y algo de disciplina en la Escuela de Carabineros, en una rutina que se prolongó por cinco meses. “Aquí vemos cómo personas con ese uniforme pueden estar viviendo emociones reales. Porque uno nunca va a ver a un carabinero deprimido en la calle”, reflexiona Paxeco. “En ese sentido, fue un proceso de apertura para mí, de conocer la institución, de ver el cotidiano de un carabinero. Entender, por ejemplo, que el uniforme es algo que realmente les provoca un gran respeto”.
Eso lo vivió en carne propia, en pleno rodaje frente a La Moneda. “Hacía frío y yo estaba todo tapado, me llaman para seguir filmando y salí a la calle con uno de esos gorros altiplánicos de lana. Se me acercó un coronel y me dijo qué estás haciendo . Perdone, mi coronel , le respondí y me lo quité”, cuenta muerto de risa.
-¿Tenías prejuicios?
-Absolutamente. Antes los uniformes de carabineros me daban susto, representaban fuerzas negativas para mí, pero al final pude conocer lo cotidiano y lo humano. En contraparte, para ellos nosotros éramos un grupo de chascones locos.
-¿Y eso cambió?
-Sí. Lo recíproco fue que yo me di cuenta lo buena onda que pueden llegar a ser y ellos, en tanto, se sorprendieron al descubrir lo disciplinados que podemos ser los actores.